Y debemos ir hasta el fondo, en nuestro particular transiberiano, que es este cuaderno que hoy, lentamente, se pone en marcha. "Yo tengo música bajo las uñas", decía el inmortal viajero, "culo inquieto" Cendrars, el que escribía andando, el insaciable trotamundos. Es mucho más que una ocurrencia afortunada. Es un compromiso con la realidad, sin ambages, y con la poesía. La loca audacia de quien quiso ir hasta el fondo. ¿Qué nos deparará el camino, Blaise? Di, ¿tendremos siquiera el valor de iniciarlo?
viernes, 18 de julio de 2014
EMPIEZA EL VIAJE
Y debemos ir hasta el fondo, en nuestro particular transiberiano, que es este cuaderno que hoy, lentamente, se pone en marcha. "Yo tengo música bajo las uñas", decía el inmortal viajero, "culo inquieto" Cendrars, el que escribía andando, el insaciable trotamundos. Es mucho más que una ocurrencia afortunada. Es un compromiso con la realidad, sin ambages, y con la poesía. La loca audacia de quien quiso ir hasta el fondo. ¿Qué nos deparará el camino, Blaise? Di, ¿tendremos siquiera el valor de iniciarlo?
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