


SE SUICIDARON TODOS LOS NIÑOS
Y alegremente
se suicidaron todos los niños esa noche
se colgaban riendo
como tibias guirnaldas
entre los edificios
y caían luego
como pequeñas manzanas de carne.
Sabían que iban a volver
a otro lugar
a un verdadero lugar
como todos
con montañas y lluvia
y tierra marrón
bajo el trigo y el sol.
Se golpeaban las frágiles cabezas
contra el asfalto
o tomados de la mano
y desnudos
llenaban las bañaderas
y se ahogaban
o se electrocutaban en carteles luminosos
y robaban a los muertos
baldes llenos de wisky
y los bebían
y robaban a los muertos
sus brillantes automóviles
y aceleraban hacia el mar.
Y se iban
se iban
a volver a otro lugar
donde ya algunos hombres
esperaban.
(de San John López del Camino, 1970-1971)
A JESÚS DE NAZARETH
Jesús de Nazareth
ahora que no estás
recuerdo que nos emborrachamos juntos;
que te vi
buscando un pedazo de pan
para mojarlo en lluvia
con tu camiseta de colores sucia
la melena con caspa
buscando a quien pedirle una moneda
mientras silbabas a Bach.
Tenías el pasaporte falsificado
y tus pies olían mal
Jesús de Nazareth
pero qué linda manera de tomar ginebra
y de contar historias inventadas
de robarme los cigarrillos
y la caja de fósforos
y de preguntar dónde se conseguían chicas.
Tenías amor hasta en las axilas
hasta en la mugre de las uñas.
Tenías diecisiete años
y una armónica
Jesús de Nazareth.
Y te fuiste
a repetir tus palabras con piel
y tu aliento de ginebra
para todos los hombres.
Y de pronto
estallaron sirenas manadas de autos policiales
bomberos detectives megáfonos soldados
[galopando
locutores histéricos tanques cascos
[reflectores
perros camiones gases cazadores.
Mientras un muchacho sucio
tocaba la armónica
en algún lado.
(de San John López del Camino, 1970-1971)
NO HACE DEMASIADO TIEMPO
No hace demasiado tiempo
que iba al colegio lleno de libros y
[bolígrafos
porque esperaba ser médico o profesor de
[historia.
Subía a un autobús naranja al mediodía
para ir a sentarme a un banco de madera
y escuchar desérticas palabras desde las bocas
[viejas.
No hace demasiado tiempo
que bailaba tibiamente en un living rosado
junto a una mesa llena de Coca-Cola y tortas
y soñaba casarme con una muchacha de familia
[respetable
que oliera a perfume importado.
Y soñaba, también, volver al anochecer al
[céntrico apartamento
que estaría lleno de bondadosos suegros y
[cuñados
que hablarían con orgullo de mis títulos
y del pequeño auto que me esperaba afuera.
No hace demasiados años
todo hubiera sido más fácil en mi vida,
pero ya entonces comenzaba
a escribir sucios poemas en las sábanas
y a tirarle huvos podridos a las limpias
[estrellas.
No hace demasiado tiempo
que dibujé una flor en las alas de Bat-Man
y subí al primer barco.
No hace demasiado tiempo
que robo manzanas de los mercados
y amor de los borrachos.
No hace demasiado tiempo
que trato de ser un hombre más
y pese a todo
no comprendo muy bien por qué escribo todo
[esto.
(de Juglarock, 1971-1972)
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